Sigo descubriéndome...

 He tenido una época vital de muchísimo estrés. Siempre había algo que no estaba haciendo por más que intentara hacer dos o tres cosas a la vez. Nunca era el momento para aquello que realmente me apetecía y no podía luchar contra aquello que estaba impuesto, dado que yo misma me lo impuse. Estaban siendo unos momentos de desajuste demasiado brutales y estaba muy harta de todo.

Realmente fue como la traca final del ciclo escolar. Muchos compromisos en poco tiempo para que luego llegara un parón como hacía tiempo que no había. Está siendo muy curioso. De repente tengo de nuevo tiempo para pensar y he dejado de tener la necesidad de desahogar. He podido frenar y  mirarme para dentro y por eso estoy ahora aquí.

Al frenar y mirar para dentro me estoy redescubriendo. En este año he sentido que he volado en solitario y al principio el vértigo fue inaguantable, pero se estabilizó la cosa de un momento a otro y ya todo tiene, de nuevo, sentido. Aunque sea otro que con el que empecé toda esta historia.

Cuando he pensado en comprar un dominio... se me erizó la piel. Es como que no, que la libertad que da el casi anonimato es mucho más enriquecedor en estos momentos. Ahora necesito llenarme de paz porque he estado demasiado tiempo vital en guerra. Una guerra interior que se volvió tan insostenible que me rompí demasiadas veces con demasiadas personas en poco tiempo.

Siento que estoy de nuevo al principio de mi vida social. Otra vez soy distinta y tengo otros intereses y otra vez empiezo sin tener una amistad que sepa de mí más que yo para ayudarme a sacudirme esta sensación de no saber nada de mí. Otra vez un nuevo comienzo, con todo por delante.

Eso sí, esta vez sin una expectativa basada en una supuesta necesidad inventada. Esta vez estoy abierta a simplemente ser y descubrir quién soy.

Me parece curioso que este punto me lo haya dado la bola de feng shui que me ha regalado mi compañero de trabajo... Pensaba separar mis distintos yoes para no confundir a nadie, pero haciéndolo me estoy confundiendo a mí misma. Encontrarme esa bola en mi cajón ha abierto la caja de pandora y me he sentido libre al permitirme disfrutar de ella también en mi lugar de trabajo. De repente, me quiero permitir ser...

Y dentro de ello siento una emoción muy fuerte cuando busco expresar que me voy a permitir ser una autotransformadora. Es raro, creo que no se entiende, pero porque no lo entiendo muy bien ni yo misma. Pero sé que es exactamente esa la palabra perfecta: Soy una autotransformadora. 

Qué quiere decir eso o en qué consiste serlo, todavía no tengo ni idea. Ni siquiera se me ocurre cómo describir la idea de la autotransformación. Ni cómo encajarla con la astrología evolutiva. Sólo sé que la clave está en la astrología dracónica, pero que todavía no he llegado a ese punto. Tengo que terminar la astrología evolutiva que estoy estudiando con astrointuición, repasar la astrología tradicional, la astrología transgeneracional y la astrología evolutiva para sacar de ello todo el provecho posible. Y después enfrascarme en el estudio de la astrología dracónica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Dónde está la Verdad?

 Hay momentos en la vida en la que eres aún más consciente de que pase lo que pase, todo pasará. Vivas lo que vivas, todo pasará. Sientas lo...